El ajustado resultado de las elecciones
obliga a Benjamín Netanyahu a buscar un aliado para formar gobierno
Con el 99% de los votos escrutados el
primer ministro, Benjamín Netanyahu, se proclama vencedor de las elecciones.
Sin embargo, el resultado es un fracaso para Netanyahu, que necesita una
mayoría sólida para tener total libertad de decisión en asuntos exteriores,
principalmente sobre Palestina y la política nuclear iraní.
Aunque los resultados no serán
oficiales hasta finales de semana, el Parlamento queda ya dividido de la
siguiente forma: Por un lado un bloque formado por partidos de derecha y ortodoxos.
Lo conforman la coalición Likud Beitenu formada por el partido de Benjamín
Netanyahu (Likud) y el del ex
ministro de exteriores, Avigdor Lieberman (Ysrael
Beiteneu). La alianza, que se presentaba por primera vez a unas elecciones,
consigue 31 escaños, 11 menos que en los comicios anteriores, aun así se mantiene
como primera fuerza de la cámara con el 24’84% de los votos. La agrupación de
partidos ortodoxos formado por Shas
(“Guardianes Sefardíes de la Torah”), Habait
Hayehudí (“El hogar
judío”) y Yahadut Ha Torah Hameukhedet (“Judaísmo de la Torah Unido”) que
consiguen 12, 11 y 7 mandatarios respectivamente, suman el poder necesario para ocupar la mitad de la cámara baja.
Por otro lado, los partidos de centro
e izquierda consiguen otros 60 de los 120 diputados posibles. Yesh Atid (“Hay futuro”) es la segunda
fuerza con el 13’4% de los votos y 19 escaños, seguida de la unión Laborista (Haavodá) con el 12’51% y 15 escaños más.
Los partidos árabes Jadash
("Nuevo") con 4 diputados y Balad
("Asamblea Nacional Democrática") con 3, ayudan a completar la otra
mitad de órgano de gobierno.
A la espera de que se contabilicen el
1% de las papeletas que faltan, en una de las elecciones con mayor
participación de los últimos 14 años, las encuestas dan la victoria a
Netanyahu, aunque necesita un aliado para gobernar.
Los resultados provisionales complican
las negociaciones del primer ministro para crear una alianza parlamentaria que
apoye su mandato, por el “empate” entre las dos vertientes más importantes del
país: la derecha y la centro-izquierda. El ajustado desenlace abre la puerta a
muchas posibles combinaciones para formar gobierno.
Dentro del bloque de centro izquierda,
Yesh Atid y Kadima -partidos de centro- podrían pertenecer sin problemas a una coalición
con el Likud Beitenu del primer ministro.
Por lo tanto, está la posibilidad de pacto entre derecha y Kadima, con el que Neytanyahu conseguiría 62 mandatarios. También
se baraja añadir al acuerdo al nacionalista HaBait
Hayehudí con el que ocuparían un asiento más del Parlamento, 63 en total. Pero,
Yesh Atid, con 19 diputados, es el
partido que tiene la llave para construir un régimen estable.
Benjamín Netanyahu, afirma querer
construir un gobierno “lo más amplio posible” y aprovechar la ocasión para
llevar a cabo los “cambios que piden los israelíes”.
Lidia Bueno
Lidia Bueno
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